


Cápsulas para restaurar la visión con canela y moringa.
Mueve el ojo para ver el resultado:
Antes de usar Difort
2 semanas después
3 semanas después
1 mes después


Cápsulas para restaurar la visión con canela y moringa.

Fortalecen los músculos visuales
Los componentes de Difort ayudan a aumentar el tono del músculo ciliar que soporta el cristalino y evitan que se tense demasiado

Mejoran el suministro de sangre a los ojos
Estas cápsulas aumentan la elasticidad de las arterias oftálmicas y estimulan el flujo sanguíneo hacia la retina y la córnea

Aumentan la claridad y el brillo de la visión
Después de un curso de tomar Difort, distinguirás mejor los colores, verás los contornos de los objetos con mayor claridad, leerás la letra pequeña y tus ojos no se cansarán del trabajo prolongado delante del ordenador





CANELA
reduce la glucosa en la sangre, evita los picos de azúcar, lo que es muy importante si la pérdida de
visión está relacionada con trastornos metabólicos o diabetes. La canela contiene polifenoles que
actúan como potentes antioxidantes. Estos polifenoles previenen los efectos nocivos de los radicales
libres en el organismo. La canela tiene un efecto positivo en la circulación sanguínea y favorece una
reparación más rápida de los tejidos.

MORINGA
la combinación de antioxidantes que contienen las hojas de moringa ata eficazmente los radicales
libres y elimina las toxinas del organismo. Además, la moringa posee una alta concentración de una
sustancia química llamada citoquininas. Esto no sólo ayuda a reparar las células dañadas, sino que
también acelera el crecimiento celular y estabiliza el colágeno. La moringa está repleta de proteínas,
así como de los nueve aminoácidos esenciales, y tiene abundantes cantidades de vitamina C y complejo
B, que ayudan a fortalecer las paredes capilares y mejorar el flujo sanguíneo al globo ocular.
Además de calcio, hierro y potasio, las hojas de moringa contienen varias vitaminas importantes:
vitamina A, que ayuda a mantener la vista y la inmunidad sanas, vitamina C, que protege al organismo
de sustancias nocivas, y vitamina E, que actúa como antioxidante.

JENGIBRE
los principales compuestos activos responsables del sabor picante del jengibre fresco son los
gingeroles. Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes son bien conocidas, y los estudios
demuestran que pueden proteger a las células del daño celular. El jengibre puede reducir la
destrucción de estructuras en las neuronas, y el consumo regular de la raíz puede proteger al cerebro
del deterioro cognitivo y mejora la memoria. La propiedad regeneradora del jengibre ayuda a reparar
las fibras dañadas en las microestructuras del ojo.
"La pérdida de visión es un problema al que se enfrentan las personas que leen mucho o trabajan frente a la computadora. Las gafas y lentes de contacto empeoran la situación, ya que su uso continuado no proporciona el descanso necesario para los ojos que están en constante tensión, y esto reduce la pérdida de visión. La cirugía láser tampoco es la mejor opción. Si no se elimina la causa de los problemas de visión (computadoras, TV, smartphones), el efecto de la cirugía solo durará 1-2 años. La visión se puede mejorar con Difort que contiene jengibre y moringa. El secreto de estas cápsulas está en la dosis óptima de sus componentes, necesaria para que nuestra visión se mantenga nítida y clara a pesar de las cargas elevadas."
- Julio Gómez, experto en restauración de la visión








Soy profesora de universidad con más de 40 años de experiencia. Me encanta mi trabajo y no quiero jubilarme, pero debido a la carga constante por los libros de texto y el portátil, mi visión fue empeorando con los años. Empecé a ver peor, incluso me resultaba difícil leer la letra pequeña con las gafas. Temía que a ese ritmo pronto tuviera que despedirme de la ciencia. Cuando compartí mis problemas con una colega, ella me recomendó tomar las cápsulas Difort. Una semana después, leer el texto en el portátil se hizo notablemente más fácil. Poco a poco, recuperé mi visión en un mes. Ahora llevo gafas con dioptrías mínimas. ¡Y eso que tengo 67 años!
- Laura